Detección temprana del cáncer de próstata

El diagnóstico del cáncer de próstata se basa en varias pruebas. La más importante y conocida por los pacientes es la medición del PSA, sustancia que produce la próstata y es exclusiva de esta glándula masculina. Las mujeres no tienen, por tanto, PSA. La prueba de PSA mide la cantidad de antígeno específico de la próstata (PSA) en la sangre. Los valores pueden utilizarse para estimar el riesgo de cáncer de próstata en los hombres. Un nivel elevado de PSA puede ser una indicación de cáncer de próstata, pero no es específico del cáncer. Los niveles pueden aumentar por un agrandamiento benigno de la próstata, una infección urinaria o prostatitis (infección de la próstata), o después de la eyaculación. Por el contrario, los hombres con cáncer de próstata pueden tener niveles bajos o normales de PSA. Sin embargo, los urólogos tienen décadas de experiencia en cómo usar el PSA para diagnosticar el cáncer de próstata como parte de una estrategia de diagnóstico probada.

Otra herramienta de diagnóstico es el tacto rectal en el que el médico introduce un dedo enguantado y lubricado en el recto para palpar la glándula prostática. El tacto rectal es menos efectivo para detectar tumores en una etapa temprana, pero diagnosticará con éxito los cánceres de etapa tardía.

En relación con las imágenes para detectar la posibilidad de presencia de cáncer de próstata está la Resonancia Magnética Multiparamétrica (MRImp). Esta prueba ha cambiado sustancialmente el paradigma de diagnóstico del cáncer de próstata localizado. Las imágenes se caracterizan por una alta sensibilidad. Al mismo tiempo, también tiene la capacidad de ignorar el cáncer de próstata pequeño e insignificante. Por lo tanto, la RMNmp se ha propuesto como una prueba para optimizar aún más la identificación de los hombres con riesgo de tener un cáncer de próstata significativo que deben ser considerados para la realización de una biopsia de próstata.

La realización de una resonancia magnética de alta calidad antes de la biopsia de próstata permite detectar una mayor proporción de cánceres de próstata significativos, en comparación con las biopsias aleatorias. Esto lleva a una reducción de más del 10% de los diagnósticos de cánceres insignificantes y del 30% en el número de biopsias innecesarias. Dicho de otra forma, la aplicación de estrategias de detección temprana que incluyan una resonancia magnética de alta calidad evitaría un número sustancial de biopsias de próstata innecesarias y los diagnósticos de cánceres de próstata sin repercusión clínica sobre el paciente. El análisis de imágenes computarizadas por Inteligencia Artificial (IA) desempeñará sin duda un papel importante en la reducción de la variabilidad entre los radiólogos menos experimentados y hará que la lectura de imágenes sea más rápida. Se están desarrollando varios algoritmos que necesitan apoyo financiero adicional.

Además del tacto rectal, el médico puede tener en cuenta una serie de factores de riesgo que son útiles para identificar a las personas que necesitan un seguimiento más estrecho o eventualmente más pruebas, como por ejemplo, la resonancia magnética. Los hombres en mayor riesgo son aquellos con una historia familiar de cáncer de próstata, hombres de origen afroamericano y aquellos con una mutación BRCA2 (gen del cáncer de mama). También una elevada densidad de PSA (relaciona el PSA con el volumen de la próstata, y las próstatas más grandes pueden tener un nivel de PSA más alto en la sangre) indica que se deben realizar más estudios. Las calculadoras de riesgo que utilizan estas diferentes herramientas han sido desarrolladas por el ERSPC (European Randomized Screening study for Prostate Cancer) y por el PCPT (Prostate Cancer Prevention Trial) y están disponibles en Internet. Son capaces de informar, de forma porcentual, de la probabilidad de que un hombre tenga cáncer de próstata.

Hay nuevas pruebas moleculares y se han propuesto diferentes biomarcadores en la sangre y la orina para identificar a los hombres con cáncer de próstata significativo. Estas herramientas basadas en algoritmos que incluyen el PSA u otras proteínas e información clínica, pueden identificar cánceres clínicamente significativos con mayor precisión que el PSA por sí solo y disminuir aún más el riesgo de sobrediagnóstico. Proporcionan información complementaria que mejora la predicción del cáncer de próstata de alto grado. Su integración con otras herramientas como la resonancia podría reducir en última instancia el número de biopsias innecesarias sin aumentar el riesgo de no diagnosticar una enfermedad significativa. Se necesitan más estudios para identificar el mejor algoritmo de detección temprana integrando calculadoras de riesgo, la resonancia multiparamétrica y pruebas moleculares junto a la historia familiar y otra información clínica.

La biopsia de próstata se realiza si el PSA es demasiado alto, si hay un resultado sospechoso de un tacto rectal, un aumento rápido del PSA o una sospecha en la resonancia. La biopsia es la única prueba que puede confirmar un diagnóstico de cáncer de próstata.

Hay polémica sobre si se están realizando demasiados PSA para la detección temprana del cáncer de próstata. Algunos médicos y sistemas de salud se han mostrado reacios a recomendar esta prueba por el sobrediagnóstico que se define como la detección de una enfermedad en hombres que no experimentan ningún síntoma en el momento de la detección, y que no desarrollarían ningún síntoma durante su vida si no se identificaran mediante pruebas de detección temprana. Se ha estimado que el riesgo de sobrediagnóstico es tan alto que puede llegar a ser el 40% en la detección de este cáncer, dato muy significativo dado el lento desarrollo de la enfermedad en sí. Este dato es muy relevante, en particular en los hombres con una menor esperanza de vida o a aquellos con valores de PSA más bajos, donde el efecto beneficioso del tratamiento es limitado.

Aunque el examen del PSA reduce el riesgo de mortalidad, su principal inconveniente es el número considerable de biopsias innecesarias, unido a la detección de cánceres insignificantes, que en el pasado dieron lugar a tratamientos excesivos que no aportaban ningún beneficio al paciente.

Por lo tanto, las cuestiones relacionadas con el sobrediagnóstico y el sobretratamiento son los principales factores que impulsan las recomendaciones en contra el examen del PSA. Sin embargo, no existen estudios de gran envergadura sobre la perspectiva del paciente en cuanto al sobrediagnóstico y el tratamiento excesivo. La opinión de los proveedores de atención de la salud puede no ser idéntica a la experiencia del paciente y esta consideración debe seguir siendo explorada en el desarrollo y la aplicación de los programas de detección temprana. Además, como se ha señalado anteriormente, existen actualmente instrumentos de diagnóstico y un mayor conocimiento que, cuando se aplican eficazmente, reducen considerablemente el riesgo de sobrediagnóstico y sobretratamiento.

Dr. François Peinado Ibarra 
Cirujano-Urólogo & Andrólogo
www.doctorpeinado.com

Photo by National Cancer Institute on Unsplash

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