Cómo prevenir la disfunción eréctil

DIETA Y DISFUNCIÓN ERÉCTIL

Los hombres que consumen una dieta saludable para el corazón pueden reducir su riesgo de desarrollar disfunción eréctil a medida que envejecen, sugirió un estudio publicado en JAMA Network Open. En un análisis de más de 20.000 hombres, los investigadores encontraron una disminución del 22% en el riesgo de disfunción eréctil en aquellos que consumían las dietas más saludables.

El hallazgo clave es que los hombres que siguen un patrón dietético saludable, al comer más verduras, frutas, nueces, legumbres y pescado, así como menos carnes rojas y procesadas, tienen menos probabilidades de desarrollar disfunción eréctil. Aunque se necesitan ensayos controlados aleatorios para demostrar que la disfunción eréctil puede prevenirse o tratarse con intervenciones dietéticas, los hombres que estén preocupados por mantener su función eréctil deben recibir asesoramiento sobre la posible contribución de la dieta al riesgo de disfunción eréctil.

Aún no se sabe exactamente cómo una dieta saludable reduce el riesgo de disfunción eréctil, sin embargo, «la disfunción eréctil es una señal de advertencia temprana de enfermedad cardiovascular, especialmente entre hombres más jóvenes, y la disfunción eréctil y la enfermedad cardiovascular comparten muchos de los mismos factores de riesgo. Esta relación es lo que llevó a plantear la hipótesis de que patrones dietéticos más saludables, que sabemos que pueden prevenir y tratar la enfermedad cardiovascular, pueden prevenir la disfunción eréctil a través de mecanismos similares, como la mejora de la función endotelial».

Para explorar la posibilidad de que la dieta pueda afectar el riesgo de disfunción eréctil, se analizaron datos de 21.469 profesionales de la salud masculinos de EE. UU. que tenían entre 40 y 75 años, a partir de 1986, y cuya edad media al inicio del análisis (1998) fue de 62. El seguimiento promedio fue de 10,8 años. Los participantes en este estudio prospectivo completaron un cuestionario de frecuencia alimentaria (FFQ) cada 4 años y otros cuestionarios sobre factores de estilo de vida, resultados de salud y medicamentos cada 2 años. La disfunción eréctil se evaluó con cuestionarios en 2000, 2004, 2008 y 2012.

La calidad de la dieta se evaluó en función del Índice Alternativo de Alimentación Saludable 2010 (AHEI) y las puntuaciones de la Dieta Mediterránea. 

Los hombres con la mayor ingesta de dieta mediterránea tenían el riesgo más bajo de disfunción eréctil, particularmente entre los hombres menores de 60 años. Se observó una tendencia similar para las puntuaciones más altas de la dieta mediterránea entre los hombres de 60 a <70 y los de 70 años o más.

Este gran estudio observacional respalda el pensamiento actual de que la función eréctil, especialmente en hombres menores de 60 años, refleja la condición de los vasos sanguíneos.

Una dieta saludable puede contribuir a otros comportamientos saludables para el corazón, como la actividad física, que se ha demostrado que mejoran la función eréctil. 

El mensaje para los hombres es claro, confirma el Dr. Peinado: “lleve un estilo de vida saludable no solo para una mejor salud cardiovascular, sino también para una mejor salud sexual”.

Por lo tanto, las dietas perjudiciales para el corazón también lo son para las erecciones. Los estudios han demostrado que los patrones alimenticios relacionados con los infartos del corazón que son causados por la obstrucción en alguna de las arterias coronarias también están relacionados con una alteración del aporte de sangre al pene. Las dietas que incluyen pocas frutas y vegetales, dietas grasas, fritos y alimentos procesados pueden contribuir a disminuir la circulación sanguínea por todo el cuerpo. La erección es un fenómeno eminentemente vascular y cualquier alteración en el aporte de sangre a los cuerpos cavernosos del pene originará una erección más débil.

La relación entre la dieta mediterránea y la mejora de la salud cardiovascular y la función sexual ha sido claramente establecida. Por ello, el cambio en los hábitos de vida del paciente es decisivo y el tratamiento no solo debe basarse en la medicación disponible.

OTRAS MEDIDAS DE SALUD PARA PRESERVAR LA ERECCIÓN

Mantener un peso saludable. El sobrepeso o la obesidad causan muchos problemas de salud, como es la diabetes que es una de las grandes epidemias de estos momentos. Esta enfermedad produce con el tiempo una afectación de los vasos del pene y además puede lesionar los nervios del pene.

Evitar el consumo excesivo de alcohol. Los bebedores crónicos de alcohol pueden acabar con afectación del hígado, daño neurológico y otras alteraciones como pueden ser menores niveles de testosterona que en su conjunto producirá afectación de la potencia sexual.

Evitar la tensión arterial alta y el colesterol elevado. Ambos pueden dañar sus vasos sanguíneos y también los del pene, que son particularmente finos y pequeños. Estos factores reducen la capacidad de la sangre para llegar correctamente al pene. La disfunción eréctil está considerada como un predictor de riesgo cardiovascular, incluso con varios años de antelación. La paradoja es que algunos fármacos para tratar la hipertensión también pueden causar problemas de erección, pero es más importante tratar adecuadamente su presión arterial. Si usted relaciona claramente un medicamento con el inicio de los problemas de erección, informe a su cardiólogo para que evalúe cambiar de tratamiento.

Ejercicio regular. Hay evidencias que relacionan un estilo de vida sedentaria con la disfunción eréctil. Correr, nadar y otros ejercicios aeróbicos han demostrado evitarla. En la realización de ejercicios, donde se produce mucha presión en el periné (área entre el escroto y el ano), puede producirse una afectación de los vasos sanguíneos y nervios en la zona, aunque solo tiene relevancia en personas que hacen muchas horas de bicicleta y de forma prolongada. En estos casos, se debe utilizar medias de compresión y hacer pequeños períodos de descanso para relajar la zona. En el ciclismo ocasional es poco probable que se cause algún daño.

Control de testosterona. Incluso en hombres sanos, los niveles de testosterona descienden un 1% anual a partir de los 40-45 años. Síntomas como bajo deseo sexual, menor vitalidad, o disminución de la resistencia física, pueden sugerir déficit de testosterona. Hay múltiples opciones de tratamiento para suplir esos bajos niveles, mediante geles o inyecciones. Consúltelo con su urólogo.

Si fuma, debería dejarlo. El tabaco daña las arterias del cuerpo y la nicotina hace que los vasos sanguíneos del cuerpo se estrechen, lo que puede hacer llegar menos sangre al pene y, por lo tanto, favorecer la disfunción eréctil.

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