Disfunción eréctil en jóvenes
En España, según los datos EDEM (Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina) hay más de 2 millones de hombres con problemas de erección. Muchas personas creen que la disfunción eréctil es solo un problema de personas mayores pero en nuestras consultas atendemos cada vez más hombres jóvenes con este trastorno.
La distribución por edades se va incrementando con los años; en los varones entre 40 a 49 años, se estima que casi un 14% tiene problemas de erección; entre los 50 a 59 años, un 25% y de los 60 a 70 años, el número de hombres afectados se acerca al 50%.
En los jóvenes es mucho más prevalente la disfunción eréctil psicógena, es decir, la que no tiene una causa orgánica, como en los pacientes de más edad.
Son pacientes que no tienen enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, obesidad o colesterol. En estos casos, tenemos que descartar siempre trastornos relacionados con la depresión o la ansiedad e investigar los problemas interpersonales como: una mala relación de pareja, problemas familiares, laborales o una baja autoestima.
A estos pacientes les preguntamos si el trastorno de la erección sucede en todos los intentos sexuales o solamente en determinadas circunstancias. Esto es importante porque muchos jóvenes actúan de espectadores de la relación sexual, es decir, convierten esa relación en una prueba o examen ante ellos mismos o su pareja, en lugar de disfrutar. Otros muchos tienen ansiedad anticipatoria y se produce típicamente cuando al intentar tener actividad sexual, se genera con antelación el miedo a fallar o también cuando hay una excesiva preocupación por la satisfacción de la pareja.
Últimamente se están publicando muchos estudios sobre la influencia de la pornografía en los jóvenes y cómo está repercutiendo negativamente en muchos casos.
También estamos asistiendo a un aumento de problemas de erección que tienen una causa orgánica como pueden ser la presencia a variantes vasculares en el pene; es característico que hombres jóvenes por debajo de 35 años no logren erecciones con fármacos. En estos casos se debe realizar una historia clínica muy precisa y pruebas fundamentales como son la ecografía Doppler dinámica de pene o incluso en casos seleccionados, una arteriografía pélvica. Estos pacientes deben ser tratados en unidades especializadas.
