Fármacos para la disfunción eréctil

La disfunción eréctil (DE) puede estar asociada a factores de riesgo modificables o reversibles, incluidos factores relacionados con el estilo de vida o el consumo de drogas, y pueden modificarse antes o al mismo tiempo que se utilizan terapias específicas. Asimismo, la disfunción eréctil puede estar asociada a condiciones concomitantes y subyacentes (como los trastornos endocrinos y metabólicos -por ejemplo, la diabetes-, algunos problemas cardiovasculares o la hipertensión) que siempre deben estar bien controladas como primer paso de cualquier tratamiento de la DE. Los principales beneficios clínicos potenciales de los cambios en el estilo de vida, pueden lograrse en los hombres con trastornos cardiovasculares o metabólicos específicos, como la diabetes o la hipertensión.

Por regla general, la disfunción eréctil puede tratarse con éxito con las opciones de tratamiento actuales, pero no puede curarse. Las únicas excepciones son los problemas de erección con base psicógena, la arteriogénica postraumático en pacientes jóvenes, y las causas hormonales (por ejemplo, el hipogonadismo), que potencialmente pueden ser curadas con tratamientos específicos. La mayoría de los hombres con disfunción eréctil serán tratados con opciones terapéuticas que no son específicas de la causa. Esto da lugar a una estrategia de tratamiento a medida, que depende de la eficacia, la seguridad y el coste, así como de la preferencia del paciente. En este contexto, el diálogo médico-paciente es esencial en la consulta médica.

FÁRMACOS ORALES

En España, disponemos de 4 potentes fármacos para el tratamiento de la disfunción eréctil. Estos producen un aumento del flujo sanguíneo arterial, que finalmente conduce a la compresión de las venas del pene seguido de la erección del mismo.

Los fármacos para la disfunción eréctil no son iniciadores de la erección, por lo que requieren de estimulación sexual para facilitarla. La eficacia sería conseguir una erección con rigidez, suficiente para un coito satisfactorio. El sildenafilo es la famosa Viagra y se lanzó en 1998 siendo el primer fármaco disponible en el mercado. Es efectivo 30-60 minutos después de su administración. Su eficacia se reduce después de una comida pesada y grasa debido al retraso en la absorción. La eficacia puede mantenerse hasta doce horas. El tadalafilo fue autorizado en febrero de 2003 y es eficaz a partir de los 30 minutos después de su administración. Se mantiene hasta 36 horas y no se ve afectada por los alimentos. El vardenafilo se comercializó en marzo de 2003 y es efectivo a partir de los 30 minutos después de su administración. Su efecto se reduce con una comida pesada y grasa. Por último, el avanafilo se comercializó en 2013. La administración con alimentos puede retrasar el inicio del efecto.

Ahora disponemos de una formulación de sildenafilo en spray oral que permite al paciente dosificar el tratamiento según sus necesidades; puede realizar desde 2 pulsaciones hasta 8 pulsaciones que equivale a 100 mg. Es un tratamiento muy cómodo evitando tener que partir los comprimidos.

La elección de un fármaco u otro dependerá de la frecuencia de las relaciones sexuales (uso ocasional o terapia regular: 3 o 4 veces por semana), y de la experiencia personal del paciente. Los pacientes necesitan saber si un fármaco es de corta o larga duración, sus posibles desventajas y cómo usarlo. En general, el tadalafilo 5 mg una vez al día, constituye una alternativa a la dosificación a demanda para las parejas que prefieren las actividades sexuales espontáneas en lugar de las programadas, o que prevén una actividad frecuente, con la ventaja de que no es necesario vincular la dosificación y la actividad sexual.