Detección temprana del cáncer de próstata (II)

La detección temprana del cáncer de próstata salva vidas, aumenta la calidad de vida de los pacientes con cáncer de próstata y disminuye los costos de los sistemas de salud financiados con fondos públicos. A nivel mundial, los hombres mueren, en promedio, seis años más jóvenes que las mujeres por razones que se pueden prevenir en gran medida. Una de las principales razones es que muchos hombres siguen mal informados sobre su salud. Si se realiza correctamente, la detección temprana del cáncer de próstata puede desempeñar un papel importante en la mejora de la comprensión de los hombres sobre su salud, como parte de un proceso de toma de decisiones informadas con los profesionales de la salud.

La decisión de realizar una prueba de PSA depende de muchos factores, entre ellos: la política del médico o del hospital, o las políticas sanitarias nacionales del país. La edad y la historia familiar son siempre cruciales. La principal ventaja de la prueba de PSA es que los hombres con mayor riesgo de padecer cáncer de próstata tienen más probabilidades de recibir un diagnóstico temprano y pueden necesitar un tratamiento menos agresivo. Los estadios tempranos del cáncer de próstata son en su mayoría asintomáticos, pero pueden curarse fácilmente con consecuencias menos severas y a un precio más bajo (80% más barato que el tratamiento del cáncer de próstata avanzado tardío). La detección temprana de los tumores significa que se produce menos daño al esfínter uretral (incontinencia) y a los nervios erectores (impotencia) en caso de cirugía y no hay necesidad de tratamiento hormonal en caso de radioterapia. El cáncer avanzado es menos susceptible de curación, con más complicaciones funcionales y puede llegar a ser metastásico y resistente a la castración. El tratamiento de esta etapa de la enfermedad es extremadamente costoso, sólo para prolongar la vida en un promedio de dos años con una mala calidad de vida.

Antes de que el análisis de sangre del PSA estuviera disponible, hasta la mitad de los pacientes con cáncer de próstata morían de la enfermedad. Desde que se introdujo este marcador para detectar el cáncer de próstata en una etapa temprana, la mortalidad ha disminuido más drásticamente que la de cualquier otro cáncer, a costa, sin embargo, del llamado sobrediagnóstico y sobretratamiento.

El Estudio europeo de detección del cáncer de próstata (ERSPC) demuestra que la realización del PSA reduce la mortalidad específica de la enfermedad en un 21%, lo que equivale a 1 muerte evitada de 781 hombres a los que se ha realizado el PSA o 1 por cada 27 cánceres de próstata detectados. Las pruebas demuestran que, tras 20 años de seguimiento, el número de pacientes necesarios para la detección y el diagnóstico del cáncer de próstata se redujo a 101 y 13, respectivamente, para prevenir una muerte por cáncer de próstata. Así pues, los resultados de la detección del PSA en la reducción de la mortalidad son obviamente mejores que en la detección del cáncer de mama o de colon.  Esta disminución en la muerte por cáncer de próstata se hace más significativa con un seguimiento más largo (más del 50% después de 19 años).

Estudios recientes en el Reino Unido y los Estados Unidos también han demostrado que la reducción de las pruebas de detección del PSA, tiene una correlación directa con la detección «demasiado tardía» de las enfermedades y un aumento de las tasas de mortalidad por cáncer de próstata. De manera similar, en Alemania, el 49% de los cánceres de próstata se diagnosticaron a un nivel localmente avanzado en 2017, mientras que en 2008, sólo el 29% se diagnosticó en esta etapa posterior.

Dr. François Peinado Ibarra 
Cirujano-Urólogo & Andrólogo
www.doctorpeinado.com

Photo by National Cancer Institute on Unsplash

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