Como norma general, la disfunción eréctil puede tratarse con mayor o menor éxito con las opciones de tratamiento farmacológico actual, pero no puede curarse. Muchos pacientes se sorprenden cuando les informamos de este hecho. Como he comentado en numerosas ocasiones, la disfunción eréctil es, en muchos casos, reflejo de un problema cardiovascular y metabólico del varón. Muchos pacientes son hipertensos, diabéticos, obesos, con poca actividad física, con el colesterol elevado… lo que repercute sobre las arterias del pene, incluso con años de antelación, precediendo a patologías cardiovasculares que aparecen en años posteriores.
Las únicas causas de disfunción eréctil curables son: la psicógena, la arteriogénica postraumática en pacientes jóvenes, y las causas hormonales en las que los bajos niveles de testosterona se pueden regular con un tratamiento específico.
La mayoría de los hombres con disfunción eréctil son tratados con opciones terapéuticas que no son específicas de la causa. En este contexto, el diálogo médico-paciente es esencial para seguir una estrategia de tratamiento que tenga en cuenta la eficacia, la seguridad, el coste y las preferencias del paciente.
En Europa disponemos de cuatro potentes fármacos orales y uno en spray oral para el tratamiento de la disfunción eréctil. Son los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 que actúan sobre las vías celulares en las arterias del pene. Estos fármacos junto al óxido nítrico producen una relajación del músculo liso de los cuerpos cavernosos del pene produciendo la erección. Al aumentar el flujo sanguíneo arterial que conduce a la compresión de las venas peneanas, impide la pérdida de sangre del pene y permite la penetración. Estos medicamentos requieren de estimulación sexual para facilitar la erección; este dato es importante puesto que sin ella será difícil una erección adecuada. El tratamiento se considera eficaz al conseguir una erección con la suficiente rigidez para obtener un coito satisfactorio. Estos 4 fármacos son el sildenafilo (la famosa viagra), el tadalafilo, el vardenafilo y el avanafilo.
El primer fármaco oral para la disfunción eréctil, el sildenafilo (nombre comercial más conocido: Viagra), se lanzó en 1998. La dosis inicial recomendada depende de la respuesta del paciente y los efectos secundarios. Los urólogos preferimos emplear de inicio la dosis máxima y luego ajustar el tratamiento. Este fármaco es efectivo 30-60 minutos después de su administración. Su eficacia se reduce después de la comida una comida pesada y grasosa debido al retraso en la absorción; hecho importante a destacar, ya que muchos pacientes erróneamente lo ingieren al comer reduciendo su eficacia. La respuesta de este fármaco puede mantenerse hasta 12 horas. Los efectos adversos son, generalmente, de naturaleza leve y autolimitados. Este fármaco puede producir cefaleas, rinitis, enrojecimiento facial… de carácter leve.
El tadalafilo (nombre comercial: Cialis) fue autorizado para el tratamiento de la disfunción eréctil en febrero de 2003. Es eficaz a partir de los 30 minutos después de su administración, con una eficacia máxima después de unas 2 horas. El efecto se mantiene hasta 36 horas y no se ve afectado por los alimentos. Es el medicamento del fin de semana para pacientes que no desean estar pendientes de tomarlo. Los efectos adversos son leves generalmente, y se autolimitan con el uso continuado.
El vardenafilo se comercializó en marzo de 2003. Es efectivo a partir de los 30 minutos después de su administración, y hasta uno de cada tres pacientes logra erecciones satisfactorias en los 15 minutos siguientes a su ingestión. Su efecto se reduce con una comida pesada y grasosa.
El avanafilo es un fármaco altamente selectivo que se comercializó en 2013. Este medicamento es muy selectivo, con lo que se minimizan los efectos adversos que suelen ser leves. La administración con alimentos puede retrasar el inicio del efecto en comparación con la administración en ayunas, pero puede tomarse con o sin alimentos.
Hay una nueva formulación muy cómoda para los pacientes que es el sildenafilo en spray oral, que permite dosificar a demanda el número de pulsaciones que cada individuo necesita.
Dr. François Peinado Ibarra
Cirujano-Urólogo & Andrólogo
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