Tratamientos avanzados de la disfunción eréctil

28 de Octubre 2018

Existen tratamientos avanzados en los pacientes que no responden a los fármacos: la inyección intracavernosa o los dispositivos de erección por vacío. 

La inyección intracavernosa con alprostadilo se considera un tratamiento de segunda línea con tasas de eficacia muy altas en todo tipo de pacientes, así como en subgrupos de pacientes (diabetes o enfermedad cardiovascular). Consiste en inyectar el fármaco directamente en un lateral de los cuerpos cavernosos del pene produciendo una rápida respuesta con erección. Las tasas de abandono son elevadas (ausencia de pareja apropiada, miedo a las agujas y complicaciones, y la falta de espontaneidad) y es de un cumplimiento limitado.

Existe un fármaco que se introduce por la uretra y es una alternativa a las inyecciones en los pacientes que prefieren una alternativa menos cruenta, aunque es menos eficaz.

El último escalón de tratamiento de la disfunción eréctil es la colocación de una prótesis de pene. En este caso, el resultado está garantizado, por lo que el paciente tendrá una erección cuando lo desee y el número de veces que quiera. Son pacientes que han probado la mayoría de las opciones de tratamiento y desean una solución permanente a su problema.

Hay varios tipos de prótesis según las necesidades del paciente. Una prótesis de pene constará siempre de dos cilindros que se introducen en el interior de los cuerpos cavernosos. Los sistemas más avanzados tienen tres piezas y son los ideales, debido a las erecciones más naturales que se logran. Además constan de una pieza que se coloca por dentro del escroto para que el paciente pueda activar la prótesis a demanda. Todos estos elementos no se ven desde fuera, por lo que solo el paciente sabe que tiene una prótesis de pene. La implantación de una prótesis de pene alcanza una de las tasas más elevadas de satisfacción de los pacientes entre las distintas opciones de tratamiento de la disfunción eréctil.

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