Sedentarismo, Huesos y Grasas

En un artículo publicado hace pocos días en Science Reports sobre la Correlación entre la actividad sedentaria, la actividad física y la densidad mineral ósea y la grasa en América: National Health and Nutrition Examination Survey, 2011-2018 se comparó la relación entre la actividad sedentaria (AS) y la actividad física (AF) con la densidad mineral ósea (DMO) y el porcentaje de grasa corporal en los Estados Unidos.

El estudio evaluó la relación entre entre estos parámetros y el porcentaje de grasa corporal en 9787 estadounidenses de 20 a 59 años (edad media 38 años) de NHANES 2011-2018. La DMO y el porcentaje de grasa corporal se midieron mediante densitometría ósea de rayos X de energía dual (DXA).

Introducción

 

La osteoporosis se caracteriza por el deterioro de la microestructura del tejido óseo y la reducción de la densidad ósea, lo que aumenta el riesgo de fracturas esqueléticas. En EE. UU., la osteoporosis costó 57.000 millones de dólares en 2018, cifra que se prevé que aumente a más de 95.000 millones de dólares anuales en 2040. Teniendo en cuenta el aumento mundial de la esperanza de vida y la carga que suponen las fracturas por osteoporosis para las sociedades, los sistemas sanitarios y las personas, es esencial contar con estrategias eficaces de prevención de la osteoporosis.

La densidad mineral ósea (DMO) disminuye tras el pico de masa ósea debido a cambios multifacéticos y complejos en las hormonas sexuales, la nutrición y la carga ósea. Los comportamientos modificables, como el tabaquismo, la ingesta dietética y el ejercicio, pueden contribuir al desarrollo de osteoporosis en la vejez. Como consecuencia de la inactividad y la reducción de la carga de peso, como el reposo en cama y el tiempo en gravedad reducida, se alteran el recambio óseo y la homeostasis mineral.

En estudios previos, la actividad física (AF) y la actividad sedentaria (AS) se asociaron con diferentes efectos sobre la DMO en mujeres y varones. Las directrices recomiendan la actividad física para el tratamiento de la osteoporosis. Sin embargo, es controvertido si dichas intervenciones tienen algún efecto en las personas que no padecen osteoporosis, es decir, aquellas que buscan la prevención de la osteoporosis.

En 2019, Kim et al utilizaron datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Corea (NHANES) y descubrieron que la AF se correlaciona positivamente con la DMO de cadera en los hombres. No hubo asociación entre la AF y la DMO en ningún sitio en las mujeres. Una revisión sistemática ha demostrado que la actividad física es muy protectora frente a la reducción de la densidad mineral ósea en la columna lumbar. Curiosamente, estudios recientes han hallado una asociación entre una DMO baja y la AF (como sentarse delante de la televisión o navegar por Internet) entre los adolescentes. Además, según la NHANES 2005-2006, existía una correlación negativa entre la exposición repetida a la AS y la DMO femoral y de cadera, independientemente del número de veces que las mujeres realizaban actividad moderada y vigorosa. En un metaanálisis, cuatro estudios informaron de una asociación positiva significativa entre la AS y la DMO, y dos informaron de una asociación negativa significativa. Cinco estudios no informaron de ninguna correlación entre la AS y la DMO en varones. Por lo tanto, es necesario seguir investigando una posible asociación entre la SA/PA medida objetivamente y la DMO en la edad adulta.

Las personas con sobrepeso u obesidad tienden a presentar un mayor riesgo de padecer diversas enfermedades potencialmente mortales (como enfermedades cardiovasculares [ECV], diabetes e incluso cáncer) y una mayor mortalidad. Varios estudios han demostrado que un porcentaje elevado de grasa corporal es un factor de riesgo independiente de ECV, episodios coronarios y mortalidad por cualquier causa. Algunas pruebas sugieren una asociación entre la AF y la AF y el porcentaje de grasa corporal, pero estudios previos han informado de resultados inconsistentes en los distintos grupos de edad.

Conclusiones

Los resultados sugieren que existe una asociación negativa entre la actividad sedentaria y la DMO y una asociación positiva con el porcentaje de grasa corporal en la población estadounidense. Por el contrario, existe una asociación positiva entre la actividad física y la DMO y una asociación negativa con el porcentaje de grasa corporal. Factores de confusión como la raza pueden influir en estas asociaciones.

Mientras tanto, los responsables de la elaboración de las guías clínicas deberían tener en cuenta los efectos positivos de la actividad física recomendada sobre la DMO y las asociaciones beneficiosas de la reducción del porcentaje de grasa corporal a la hora de desarrollar estrategias de prevención de la osteoporosis y la obesidad.

Dr. François Peinado Ibarra
Cirujano-Urólogo & Andrólogo

Hospital Quirón Ruber 39. Madrid
Olympia Medical Center-Torre Caleido. Madrid
Centro de excelencia en la cirugía reconstructiva y plástica del pene

www.doctorpeinado.com
doctorpeinado@gmail.com

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