Fármacos para la erección (II)

Hasta la fecha, no se dispone de datos de estudios que comparen la eficacia y/o la preferencia de los pacientes por unos u otros medicamentos para la disfunción eréctil. La elección del fármaco dependerá de la frecuencia de las relaciones sexuales, uso ocasional o terapia regular (3 o 4 veces por semana), y de la experiencia personal del paciente. Los pacientes necesitan saber si un fármaco es de corta o larga duración, sus posibles desventajas y cómo usarlo. También existe la posibilidad del uso continuado de uno de estos medicamentos, como por ejemplo el tadalafilo de 5 mg una vez al día, y constituye una alternativa para las parejas que prefieren las actividades sexuales espontáneas en lugar de las programadas, o que prevén una actividad sexual frecuente, con la ventaja de que ya no es necesario vincular la dosificación y la actividad sexual. La idoneidad del uso continuo debe reevaluarse periódicamente.

En relación con la seguridad cardiovascular de los pacientes que consumen alguno de los 4 fármacos orales, no se ha demostrado ningún aumento de las tasas de infarto de miocardio en comparación con las tasas esperadas en poblaciones masculinas de edad similar. Ninguno de los fármacos tuvo un efecto adverso sobre el tiempo total de ejercicio o el tiempo hasta la isquemia durante las pruebas de ejercicio en los hombres con angina estable. El uso crónico o a demanda es bien tolerado con un perfil de seguridad similar.

La contraindicación absoluta de estos medicamentos está representada por los pacientes que utilizan fármacos para el corazón tipo nitrato orgánico (por ejemplo, nitroglicerina, mononitrato o dinitrato de isosorbida) o donantes de óxido nítrico (otros preparados para tratar la angina). Estos productos dan lugar a caídas impredecibles de la presión sanguínea y a síntomas de hipotensión. En resumen, son fármacos absolutamente seguros y con millones de dosis prescritas.

Las dos razones principales por las que los pacientes no responden a un fármaco para el tratamiento de la disfunción eréctil son: su uso incorrecto o la falta de eficacia. Los datos sugieren que la utilización de estos fármacos implica al menos 6 intentos. El manejo de los que no responden depende de la identificación de la causa subyacente. Se debe comprobar que el paciente ha estado usando un medicamento con licencia. Hay un gran mercado de falsificación de estos medicamentos en internet. La cantidad de producto activo en estos medicamentos varía enormemente y es importante comprobar cómo y de qué fuente el paciente ha obtenido su medicación.

Una razón principal del uso incorrecto de la medicación es efecto de un asesoramiento inadecuado del médico. Los motivos más comunes del uso incorrecto de estos fármacos son: no utilizar una estimulación sexual adecuada; no utilizar una dosis adecuada; y no esperar un tiempo adecuado entre la toma del medicamento y el intento de tener relaciones sexuales.

En general, los objetivos del tratamiento deben ser individualizados, enfocados en restablecer la satisfacción sexual del paciente y/o de la pareja, y mejorar la calidad de vida en función de las necesidades y los deseos expresados por él mismo. En este contexto, los datos muestran que casi la mitad de los pacientes abandonan los fármacos de primera línea en el plazo de un año, sin que ningún factor específico desempeñe un papel importante en las tasas de abandono.

La modificación de los factores de riesgo también puede ser beneficiosa. Los datos sugieren que algunos pacientes podrían responder mejor a un fármaco frente a otro y, aunque estas diferencias podrían explicarse por las variaciones en la farmacocinética de los medicamentos, plantean la posibilidad de que, a pesar de un modo de acción idéntico, el cambio a otro tratamiento diferente podría ser útil.

Si el tratamiento farmacológico fracasa, se puede ofrecer a los pacientes una terapia alternativa como la terapia de inyección intracavernosa, o el uso de un dispositivo de erección por vacío. Asimismo, los datos limitados sugieren la combinación de un fármaco oral con alprostadilo como aplicación intracavernosa, intrauretral o tópica en pacientes que han fracasado anteriormente en la terapia con dos medicamentos. Los resultados indicaron que con las tres formulaciones, la terapia de combinación dio lugar a un mejor resultado en comparación con cualquiera de los medicamentos como monoterapia, incluso para los pacientes con DE post-prostatectomía.

Cuando todos los tratamientos fracasan, la única opción es la colocación de una prótesis de pene que permite dar dureza al pene. El paciente sigue conservando el orgasmo y las eyaculaciones. El índice de satisfacción de esta solución es muy alto.

Dr. François Peinado Ibarra 
Cirujano-Urólogo & Andrólogo
www.doctorpeinado.com

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