Enfermedades cardiovasculares

Una de las principales causas de consulta en andrología es la disfunción eréctil que es la incapacidad para tener una erección suficiente para una relación sexual satisfactoria. Como hemos comentado muchas veces, los problemas de erección son un predictor de enfermedad cardiovascular en una gran parte de hombres mayores de 50 años.  Por ello, es prioritario, realizar un chequeo cardiológico que incluya un ecocardiograma, una prueba de esfuerzo y una consulta con cardiología entre otras. El artículo que comento hoy trata sobre el incesante aumento en el mundo de las patologías cardíacas o vasculares. Las consecuencias son múltiples y entre ellas están la disfunción eréctil que puede anteceder varios años a estas enfermedades.

La enfermedad por el coronavirus ha sido la protagonista del año 2020 pero las enfermedades cardiovasculares, como pueden ser los infartos de corazón o los accidentes cerebrovasculares, siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo generando unos costes socioeconómicos extremos. El incremento de personas que mueren a causa de estas enfermedades sigue aumentando desde hace más de 3 décadas. Según un artículo publicado en el Journal of the American College of Cardiology que ha analizado las tendencias de estas enfermedades durante 30 años, estas patologías representaron un tercio de todas las muertes a nivel mundial. Se han utilizado los datos disponibles de la población de 204 países. El estudio ha sido dirigido por el Dr. Valentín Fuster.

Algunos resultados exponen que estas enfermedades casi se duplicaron, pasando de 271 millones en 1990 a 523 millones en 2019, mientras que el número de muertes aumentó de forma progresiva, de 12,1 millones en 1990 a 18,6 millones en 2019. En 2019, las enfermedades cardiovasculares causaron más de 9,6 millones de muertes en hombres y 8,9 millones de muertes en mujeres, alrededor de un tercio de todas las muertes a nivel mundial. Más de 6 millones se produjeron en personas entre 30 y 70 años. China, seguida de India, Rusia, EE.UU. e Indonesia, encabezan esta lista.

El problema es que esta tendencia puede seguir aumentando debido al envejecimiento de la población y a la incorporación de los malos hábitos de vida en los países más pobres. Estos datos reflejan lo que ya he comentado en múltiples ocasiones: es prioritario mejorar el estilo de vida y la alimentación para reducir los factores de riesgo cardiovasculares.  Más actividad física, una alimentación más saludable basada en la comida mediterránea (legumbres, verduras, frutas), reducir las cifras de obesidad globales, controlar la hipertensión arterial, los lípidos y la diabetes, son algunos de los principales mecanismos para cambiar esta tendencia.

Dr. François Peinado Ibarra 
Cirujano-Urólogo & Andrólogo
www.doctorpeinado.com

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