Tratamientos para la disfunción eréctil

La disfunción eréctil, en la mayoría de los hombres de edad, no tiene curación, mientras que los problemas de erección que obedecen a causas psicológicas o a causas hormonales (baja testosterona) sí pueden tener curación a través de un tratamiento especializado.

El pilar básico del estudio de la disfunción eréctil consiste en determinar las causas subyacentes de la misma y descartar enfermedades como la diabetes o enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial o patologías cardíacas).

La modificación de los hábitos de vida como pueden ser el aumento de la actividad física o una alimentación más equilibrada, que puede llevar a una disminución del índice de masa corporal, serán beneficiosos para el paciente.

El tratamiento de primera línea de la disfunción eréctil son los fármacos específicos para la misma o la utilización de una crema (alprostadilo) que se aplica en el pene.

Los fármacos para la disfunción eréctil se llaman inhibidores de la fosfodiesterasa 5, dado que inhiben el mecanismo de pérdida de erección, prolongando la misma. Los alimentos pueden afectar a la absorción de algunos de estos fármacos (sildenafilo y vardenafilo) y en algunos casos, disminuir su eficacia.

Un aspecto a tener en cuenta en la elección de uno de estos fármacos es la frecuencia del coito (uso ocasional o tratamiento habitual, 3‐4 veces por semana). Hay un fármaco que permite una administración diaria (tadalafilo) para las parejas que prefieren mantener relaciones sexuales espontáneas en lugar de programadas, con la ventaja de que la administración y la actividad sexual ya no tienen que estar vinculadas temporalmente.

Los fármacos para la disfunción eréctil tienen un alto perfil de seguridad cardiovascular, no produciendo una mayor frecuencia de infartos de miocardio en estos pacientes. Su toma está totalmente contraindicada en los cardiópatas bajo tratamiento con nitratos, un tipo de pacientes muy específicos.

FÁRMACOS ORALES PARA LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL

En España, disponemos de cuatro potentes fármacos para el tratamiento de la disfunción eréctil. Estos producen un aumento del flujo sanguíneo arterial, que finalmente conduce a la compresión de las venas del pene seguido de la erección del pene.

Los fármacos para la disfunción eréctil no son iniciadores de la erección por lo que requieren de estimulación sexual para facilitar la erección. La eficacia se define como una erección, con rigidez, suficiente para un coito satisfactorio.

Sildenafilo: es la famosa Viagra y se lanzó en 1998 siendo el primer disponible en el mercado. El sildenafil es efectivo 30-60 minutos después de su administración. Su eficacia se reduce después de una comida pesada y grasosa debido al retraso en la absorción. La eficacia puede mantenerse hasta doce horas.

Tadalafilo: fue autorizado en febrero de 2003 y es eficaz a partir de los 30 minutos después de su administración, con una eficacia máxima después de unas dos horas. La eficacia se mantiene hasta 36 horas y no se ve afectada por los alimentos.

Vardenafilo: se comercializó en marzo de 2003 y es efectivo a partir de los 30 minutos después de su administración. Su efecto se reduce con una comida pesada y grasosa.

Avanafilo: se comercializó en 2013. Es un fármaco con mínimos efectos adversos. La administración con alimentos puede retrasar el inicio del efecto en comparación con la administración en estado de ayuno.

La elección del fármaco dependerá de la frecuencia de las relaciones sexuales (uso ocasional o terapia regular, tres o cuatro veces por semana) y de la experiencia personal del paciente. Los pacientes necesitan saber si un fármaco es de corta o larga duración, sus posibles desventajas y cómo usarla.

En general, el tadalafilo, 5 mg una vez al día, constituye una alternativa a la dosificación a demanda de tadalafilo para las parejas que prefieren las actividades sexuales espontáneas en lugar de las programadas o que prevén una actividad sexual frecuente, con la ventaja de que ya no es necesario vincular la dosificación y la actividad sexual.

TRATAMIENTO DE DISFUNCIÓN ERÉCTIL SIN RESPUESTA A LOS FÁRMACOS

Las dos razones principales por las que los pacientes no responden a los fármacos son: el uso incorrecto y la falta de eficacia del medicamento. El motivo principal por el que un paciente no utiliza correctamente la medicación es un asesoramiento insuficiente por parte del médico.

Entre las principales causas de un uso incorrecto están: no utilizar la estimulación sexual suficiente o la dosis adecuada del fármaco o no esperar la cantidad de tiempo suficiente entre la toma de la medicación suficiente y el intento de coito. Otro punto importante es que el paciente debe probar al menos de cuatro a seis intentos con ese fármaco para valorar su eficacia. Una sola toma nunca será suficiente para valorar la eficacia de un fármaco.

El aprostadilo en crema es una alternativa de primera línea al tratamiento farmacológico con un rápido inicio de acción en pocos minutos, acción local y apenas efectos locales y sistémicos. A diferencia de los fármacos orales, no precisa de estímulos erectógenos para tener la erección. Dado su efecto local, aporta una mejora de la función eréctil en una amplia población de varones de DE (pacientes mayores de 65 años, con comorbilidades, no respondedores a tratamientos con iPDE5, pacientes después de prostatectomía radical, diabéticos, hipertensos y con enfermedad cardiovascular). El alprostadilo en crema puede emplearse en pacientes en tratamiento con fármacos cardíacos y además no se ve interferido por alimentos ricos en grasa o alcohol.

Las ondas de choque de baja intensidad en los cuerpos cavernosos pueden mejorar la disfunción eréctil de causa vascular leve. Es un tratamiento rápido, sencillo e indoloro. El paciente precisa de varias sesiones de corta duración. En líneas generales, en pacientes con disfunción eréctil de grado medio-severa, no se objetivan resultados satisfactorios para el paciente.

TRATAMIENTOS AVANZADOS DE LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL

Cuando fracasan los fármacos, se pueden ofrecer tratamientos alternativos al paciente como pueden ser: la inyección intracavernosa o el dispositivo de erección por vacío.

La inyección intracavernosa con alprostadilo se considera un tratamiento de segunda línea con tasas de eficacia muy altas en todo tipo de pacientes, así como en subgrupos de pacientes (diabetes o enfermedad cardiovascular). Este tratamiento consiste en inyectar el fármaco directamente en un lateral de los cuerpos cavernosos del pene, que produce una rápida respuesta con erección. Este tipo de tratamiento se acompaña de tasas elevadas de abandono (deseo de una forma permanente de tratamiento, ausencia de una pareja apropiada, miedo a las agujas y complicaciones, y la falta de espontaneidad) y de un cumplimiento limitado.

Existe un fármaco que se introduce por la uretra y es una alternativa a las inyecciones en los pacientes que prefieren un tratamiento menos cruento, aunque es menos eficaz.

Los dispositivos de erección de vacío generan un aporte de sangre venosa en el pene mediante la creación de un vacío que produce el dispositivo. Cuando el pene se llena de esa sangre, se puede colocar una anillo en la base del pene para evitar la pérdida de esa sangre. El anillo se debe retirar a los 20 minutos máximo de su colocación.

Estos dispositivos proporcionan una congestión pasiva de los cuerpos cavernosos, junto con un anillo constrictor colocado en la base del pene para retener la sangre dentro de los cuerpos. Los datos publicados informan que la eficacia, en términos de erecciones satisfactorias para el coito, es tan alta como el 90%, independientemente de la causa de la disfunción eréctil y los índices de satisfacción oscilan entre el 27% y el 94% . La mayoría de los hombres que interrumpen el uso de estos lo hacen dentro de los tres meses. El uso a largo plazo de los DVE disminuye a un 50-64% después de dos años.

Los eventos adversos más comunes incluyen dolor, incapacidad de eyacular, petequias, moretones y entumecimiento. Los eventos adversos serios (necrosis de la piel) pueden ser evitados si los pacientes se quitan el anillo de constricción en 30 minutos. Los dispositivos de erección por vacío están contraindicados en pacientes con trastornos hemorrágicos o en terapia anticoagulante. Los dispositivos de erección al vacío pueden ser el tratamiento de elección en pacientes mayores bien informados con relaciones sexuales infrecuentes y comorbilidades que requieren un manejo no invasivo y libre de drogas de la disfunción eréctil.

El último escalón de tratamiento de la disfunción eréctil es la colocación de una prótesis de pene.

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